lavanda
Nuestras plantaciones de Lavanda aman el sol, y unas pocas gotas de agua hacen que se produzca la magia cada verano. Sin usar herbicidas ni pesticidas, vemos como crecen plantas sanas, cultivadas con cariño y que nos ayudan a preservar una tierra que siempre nos ha alimentado, con productos de calidad.
La Lavanda tiene sus orígenes en la costa mediterránea, pero es una planta que puede crecer en muchos otros terrenos, resiste el frío y la dureza de los inviernos manchegos, y brilla en sus veranos duros y secos.
La lavanda es un repelente contra las plagas y no tiene muchos depredadores, ayuda a reforestar las zonas devastadas y siempre ofrece un paisaje bello, colorido en verano y frondoso el resto del año.
La lavanda crece bien en Castilla-La Mancha cuando se seleccionan las variedades adecuadas. La nieve y las heladas la cubren, pero la planta las usa con sabiduría como aislante, protegiéndola del invierno. Mucho amor y trabajo duro conllevan la promesa de flores brillantes y aromáticas durante seis a ocho semanas en el verano.
DESPIERTA LA PRIMAVERA
Terminan los duros días de invierno, se despierta la primavera y con ella la Lavanda. La planta se pone verde y se ve saludable, pero hay que tener paciencia para que la magia tenga lugar. Nuestros agricultores lo saben, y son los meses donde más cariño la aplican. Con la llegada de los días más cálidos, la planta comienza a florecer y la vida surge a su alrededor.
VIVE EL VERANO
Con la llegada de los meses de julio y agosto la flor está en su máximo esplendor. Es el momento de recorrer nuevamente los campos, disfrutando de este nuevo espectáculo, que cada día ocurre en El Romeral, donde olor y color son los protagonistas, desde el alba al atardecer.
Nosotros, según va acabando el mes de julio, iniciamos la recolección, solo de las flores y evitando dañar el tallo principal de la planta, ya marrón tras su primer año, y que es la fuente de vida para las dos siguientes temporadas.
DUERME EL OTOÑO Y EL INVIERNO
Nuestras plantas, con la llegada de los primeros fríos inicia su letargo, un profundo sueño que la protegerá a la espera de la llegada de los primeros rayos de sol allá por abril. Nosotros seguimos trabajando, realizando los aceites de la temporada, que luego nos servirán para crear geles de baño, champús, cremas hidratantes, colonias o tónicos reconfortantes, con unas cualidades y aromas únicos gracias a unos ingredientes 100% naturales y unos procesos de transformación y elaboración artesanal, siempre respetuosos con el medio ambiente.
Son muchos los beneficios de la Lavanda, y son conocidos desde hace miles de años. Sus virtudes relajantes, unos colores vivos que transmiten fuerza y energía y una fragancia que activa nuestros sentidos.
Pero esta flor cada año nos sorprende con nuevas propiedades: antisépticas, antibacterianas, cicatrizantes, calmantes y anti infecciosas.
Alivia la ansiedad, el nerviosismo y el insomnio
Reduce la intensidad de los dolores de cabeza y las migrañas.
Ayuda a combatir los resfriados y las infecciones de garganta.
Aclara las vías respiratorias.
Alivia quemaduras y picaduras de insectos.
Favorece la cicatrización de heridas.
Evita que las bacterias entren en heridas y cortes
Cura eficazmente el acné y las ampollas en los pies.
Facilita la digestión.
La Lavanda es una planta que nos cuida en mil aspectos, y puede aportar beneficios a la salud digestiva, de la piel, muscular, entre otros. Como en todos los aspectos de nuestra vida, en caso de duda sobre su uso o consumo, recomendamos consultar con el especialista o nuestro farmacéutico. De ese modo, se reducen riesgos para nuestra salud.